La Fragaria ananassa, más conocida como fresa o fresón, es la variedad más común de la Fragaria o fresal, planta de cultivo mayoritario frente su variante «salvaje» o Fragaria vesca. Se trata de una planta de tipo herbácea y perenne perteneciente a la familia de las Rosáceas, la cual está compuesta por un tallo corto con numerosos frutos de forma cónica de un intenso color rojo cuando alcanza su punto de maduración.
Origen del fresón
Actualmente, toda la producción de fresa y fresón que se cultivan en el mundo se ha obtenido a partir de cuatro especies principales: La primera de ellas, la fresa silvestre, es una especie originaria de las montañas de América. La segunda, la fresa de Virginia, procede del Este de América del Norte y se introdujo en Europa durante el siglo XVII. La tercera variadad, fresa de Chile, procede de las regiones montañosas del hemisferio occidental. Existe una última especie , común en Europa, la cual ha dado origen por hibridación a las variedades europeas de los denominados fresones. Y es que aunque popularmente solemos referirnos a ellos como fresas, lo cierto es que la variedad que más se comercializa en España es el fresón de tipo “Camarosa”, el cual tiene sus principales áreas de producción en las provincias de Huelva y Almería.
Propiedades nutricionales
El fresón no sólo es una fruta exquisita, sino que además, otorga muchos beneficios a nuestra salud. Las excelentes propiedades de las fresas y fresones se derivan de su rica composición en vitaminas y minerales. Además, se trata de una fruta que aporta muy pocas calorías, apenas 34 cada 100 gramos, por lo que su consumo está indicado en dietas de adelgazamiento.Por otra parte, dicha cantidad de fresón aporta 2,2 gramos de fibra, 60 mg de vitamina C, vitamina E, ácido fólico, ascórbico y minerales como calcio, potasio y magnesio.
Esta fruta es excelente contra los cálculos, gota y afecciones del hígado. Combate, además, el reumatismo y las hemorroides; son útiles además contra la tuberculosis. Por el fósforo que contienen, son un buen remedio para combatir la ansiedad.
Comer fresas y fresones puede ser beneficioso para disminuir los niveles de colesterol, gracias a su alto contenido en ácido ascórbico. Además las fresas tienen propiedades reconstituyentes, lo que las hace ideales para estimular el crecimiento y ayudar en la recuperación de estados convalecientes. Por todas estas propiedades, incluir fresones en la dieta diaria, constituye una excelente forma de contribuir a nuestra salud.
El fresón y sus usos culinarios
Las fresones se pueden utilizar en una gran cantidad de recetas dulces y saladas:
Postres: Su forma más popular de consumo es en crudo, lavada, cortada y acompañada de azúcar, vino, nata, leche o leche condensada. También es muy utilizada en la elaboración de tartas de crema, nata o bizcocho como decoración y en la elaboración de sorbetes, mermeladas, fondues de chocolate, gelatinas y helados.
Un truco si queremos consumir fresón de forma más saludable, es añadir tras lavar y cortar (ojo, sólo si están muy maduros) un chorrito de vinagre en lugar de azúcar y dejar reposar mínimo 10 minutos. El vinagre hará soltar el azúcar que ya contienen el fresón y obtendremos así un “sirope natural”
Platos salados: La fresa o fresón actualmente también se consume como ingrediente en ensaladas y como acompañamiento de platos con anchoas, ahumados o atún en conserva, ya sea cortada en guarnición o utilizada en la elaboración de vinagretas.
En platos de carnes magras y patés es también muy apreciado, ya que confiere un interesante contrapunto gracias a sus notas dulces y ácidas.
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